Las vacunas son un elemento clave en la salud de nuestras mascotas. Es importante prevenir el contagio de enfermedades sobre todo cuando nuestras mascotas son cachorros o se encuentran en su vejez, tal y como sucede con los seres humanos. Durante el otoño "la tos de las perreras" se convierte en una amenaza para nuestras mascotas y es necesario que los amos tomen conciencia de la importancia de las vacunas.
La
traqueobronquitis infecciosa es una enfermedad altamente contagiosa que en los
últimos años se ha convertido en muy frecuente. Sobre todo es diagnosticada en
nuestros perros en invierno. Está producida por la infección combinada entre el virus de la parainfluenza y la bacteria
Bordetella bronchiseptica, aunque en muchos casos se adjuntan otros
patógenos como sería el herpesvirus, el adenovirus o micoplasmas que
pueden complicar mucho el cuadro clínico.
Nuestras
mascotas se contagian con mucha facilidad en la calle, tanto por contacto
directo con perros enfermos como por la inspiración de
las micropartículas que generan a través de la tos y los estornudos.
Sería el equivalente a la gripe en
personas.
Normalmente
los virus son específicos para cada especie; sin embargo, las bacterias no lo
son. Esto quiere decir que las bacterias se pueden transmitir fácilmente entre
animales de distintas especies. Si tu mascota tiene un cuadro grave de
Bordetella, tú también podrías adquirir una infección en las vías respiratorias.
Esta enfermedad provoca una inflamación importante de la faringe, la laringe y
la traquea que restringe muchísimo el paso del aire, intensificando la tos y
dificultando la respiración.
Si en
los perros con una conformación normal del aparato respiratorio esta
inflamación provoca una respiración dificultosa, en las razas braquicefálicas (con nariz chata) como es el
Bulldog inglés, el Bulldog francés,
Carlino, Bóxer, Pequinés etc., aparece una falta de aire severa
con cuadros clínicos graves que en ocasiones puede provocar incluso la muerte
del animal.
Igual
que sucede en el caso de la gripe humana, la traqueobronquitis infecciosa canina, también
conocida como tos de las perreras,
se puede prevenir fácilmente con una vacuna.
Por esto en las razas braquiocefálicas, en los cachorros, en perros mayores y en los
perros con patologías previas cardiorespiratorias, se hace imprescindible practicar una buena
prevención a través de la vacunación específica para esta enfermedad en los
meses de otoño.
Esta vacuna también se recomienda en cualquier perro que va a pasar una
estancia en una residencia canina,
que participen en exposiciones,
practiquen “agility” y en general a
los que estén frecuentemente en contacto con otros perros. En el caso de perros
que van a ir a residencia o tengan que viajar, la vacuna debe aplicarse mínimo
dos semanas antes del ingreso en la residencia.
Si tenemos en cuenta que nuestra mascota es muy
importante en el núcleo familiar, es conveniente llevar al día las vacunas de
nuestros perros. Ellos
también se exponen al riesgo de enfermedades fácilmente prevenibles con una
vacuna.
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