Estamos por fin en otoño y debemos preparar a nuestras
mascotas para una de las estaciones más duras y largas del año (o eso me parece
a mí).
En general, estos consejos valdrían para cualquier mascota, pero el hecho
de que trabaje especialmente en zonas rurales y urbanizaciones, hace que estas
recomendaciones estén dirigidas sobre todo
a este tipo de animales.
¿Qué hacemos con nuestros perros y gatos?
Como he dicho antes, hay que prepararlos para el invierno y
esto supone que debemos revisar, para empezar, su condición corporal, es decir,
su peso.
Según estén (hay que pesarles
de vez en cuando), podemos utilizar en otoño e invierno piensos que cubran mejor las necesidades de nuestros
animales, que quizás duerman en casetas, porches abiertos o no, parcelas …
Las
bajas temperaturas nocturnas , el frío, la lluvia y el resto de inclemencias
del tiempo, hacen que una alimentación de más calidad sea la más adecuada. No
hace falta gastarse muchísimo dinero para que la alimentación sea buena y
equilibrada; con ella ahorrarás en
visitas al vete. Os lo digo de verdad.
Además actualmente ya existen piensos que incorporan en su
formulación condroprotectores, que preparan las articulaciones de los animales mayores
y frenan la aparición de dolores por artrosis o por otros problemas articulares
en animales no tan mayores. Hay que valorar el precio de pienso y lo que nos
ahorramos en comprar estos productos de forma separada y en disgustos
intentando que se tomen las pastillitas todos los días.
En cuanto al pelo, en perros, habría que hacer ahora
arreglos más o menos en profundidad (a veces se les llama corte de cachorro), pero
nunca cortes muy agresivos que dejen a nuestra mascota sin protección contra el
frío.
En nuestra clínica los llamamos cortes higiénicos.
Son arreglos de cara,
orejas, manos y pies y zona anal y genital.
A los gatos de pelo largo con nudos hay que hacerles
arreglos periódicos, aunque a veces se queden un poco feos y estresados; si
están descuidados y salen a la calle, habría que quitarles al menos los nudos
más importantes y, si hace falta, en varias veces.
Es mejor tener a un perro y gato bien cepillado y sin nudos
que bañarle¡¡¡¡¡
En otoño e invierno, las casetas que están a la intemperie y
que se pueden mover (las de fibra o madera), se orientan hacia el sur al igual
que los bebederos .Se aprovechan los rayos de sol invernales y evitamos que se congele el agua, con las faringitis
consecuentes.
La colchoneta es un tema que me preocupa. Con la crisis
hemos abaratado mucho en cosas que nos darán seguro problemas. La alimentación
es una, pero ya hablaremos de eso y de nuestra experiencia en la clínica; y
otra de las muchas que he visto en estos años es la calidad de las colchonetas
que compramos para nuestros animales.
Por mucho que insista la gente, la
colchoneta del chino del barrio no tiene nada que ver con una buena. ¿En qué
cosas me fijaría, además de en el precio? En la calidad de la tela, en que la
parte inferior de la misma sea impermeable, que tenga cremallera para poder
lavarla, que tenga un grosor suficiente para que cuando se tumbe mi perro de 40
kilos no dé con los codos en el suelo y se produzca una lesión, que sea
impermeable si está a la intemperie, quesea de un tejido antiácaros si he
tenido la mala suerte de tener un perro con la piel delicada…
¿Y la forma de la misma? Para el invierno a mí me gustan
ajustadas al tamaño del animal, es decir, más bien pequeñas y redondas u
ovales. Tanto a perros como a gatos, cuando
hace frío, les gusta dormir sintiendo
presión alrededor de su cuerpo. Si a pesar de todo y de probar con distintos
tipos se comen la cuna o colchón, se les puede forrar un palé de madera que
esté en buenas condiciones, con un poco de césped artificial para aislarles del
frío de la calle.
Hay que vacunar a los perros contra enfermedades
respiratorias, como las producidas por Bordetella y Parainfluenza. Esto es especialmente importante
en animales mayores, o que padezcan alguna otra enfermedad, o en los de razas
chatas (braquicéfalas: bulldogs, carlinos…) y a todos los que vayan a ir a
residencias, exposiciones, carreras o lugares en donde haya una concentración
elevada de perros. También a perros de esas razas pequeñitas con tráqueas
diminutas que, al constiparse, les producen cuadros de falta de oxígeno. No
cuesta mucho la vacuna y nos podemos evitar un disgusto grande, con posible
desenlace fatal en animales mayores y delicados.
A los gatos también se les vacuna contra enfermedades
respiratorias. Hay que vigilar a los gatos mayores y a los que el frío y la
lluvia no les frenan en sus escapadas diarias: las bronquitis y neumonías en
gatos son muy rápidas y a veces con pocos síntomas.
En otoño e invierno sigue habiendo parásitos: las pulgas.
Seguid usando pipetas o collares para ellas. Hacedlo con todos los animales de
la casa a la vez. No hay que olvidarse
de los gatos que, sin ser vuestros realmente, están merodeando por vuestro
jardín y duermen en vuestra alfombra o sillas de exterior. ¡¡¡Quien ha tenido una
plaga de pulgas sabe lo difícil que es acabar con ellas!!!
En resumen, en otoño sería necesaria una visita a vuestro
veterinario para programar sus desparasitaciones internas y externas, pesarles
y valorar su estado corporal y su pelaje,
incorporar condroprotectores en los casos necesarios y vacunar contra
enfermedades respiratorias .En casa, valoraría el estado de su caseta y su
orientación, y las cunas o colchonetas.
A por el invierno¡¡¡¡¡
Mª Antonia García Minayo
Veterinario col 2400
Clinica Veterinaria Nuevo Baztán-Eurovillas